miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cumple años

Cumplir años.
Creo que si de algo sirve mi cumpleaños es para establecer una diferencia de edad por años. A lo que voy es: cumplo un 29 de diciembre. 362 días del año tengo cierta edad y sólo 3 tengo otra. Entonces identifico bien los años según la edad, según el año del colegio, etc.
Lo de los regalos son puras mentiras. Entre Papá Noel, mi cumpleaños, el de mi hermana (dos días antes que el mío), cenas y preparaciones de las fiestas, los reyes magos y las vacaciones, mis papás se funden. Realmente. Creo que si cumpliera... no se, un 12 de mayo podría pedir un Ipod o algo así, ahora me limito a tratar de pasar un lindo cumpleaños. Ni siquiera sé si querría un Ipod.
Me conformo con pasar un lindo día. Cosa que no es tarea fácil, eh.
Los cumpleaños son fechas que sólo sirven para establecer una síntesis de la situación actual de tu vida. Y particularmente a mi, me obliga a hacer un resumen de mi año, una crítica, el temido... balance. Y no quiero, perdón, pero no quiero. No tengo ganas. Me niego. Digo que no. Que ni ahí. Que chupala, balance. Tomate el palo. No.
Tengo un poco de miedo, no quiero que sea mi cumpleaños

Encima me está saliendo un grano horrible en la punta superior del labio. QUÉ ONDA?!

martes, 20 de diciembre de 2011

Sed

Cayó el primer meteorito en la tierra
y tembló el agua.
Y los dinosaurios habitaron estas tierras
y tomaban agua.
Mientras crecían plantas carnívoras y venenosas
alimentadas por el agua,
nacía el primer mono
que buscaba agua.
Y siempre que el hombre necesitó algo
necesitó agua.
Y a la par del carbón
el petróleo
o el amor
siempre corrió el agua.
Y el primero hombre que dio la vuelta al mundo
tuvo como mejor amigo
al agua.
La guerra y la paz
días se muerte seca y días de lluvia, de agua.
Y dicen que cuando esa bomba grande estalló
lo inmediato que se escuchó
fueron los ríos
el correr del agua.
Alfonsina se rindió
y se hizo agua.
Y San Martín los Andes cruzó
ahí cerquita del agua.
Dicen que a los hechos más trágicos
siempre los acompaña el agua.
En lluvia, en baño,
en gota en lágrima.
Será que la vida es un hecho trágico,
será que el agua es sangre
los surcos de mi cara huecos
donde el río alimenta su hambre.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Contables e incontables

El dolor es incontable.
Es como el dinero, no se puede contar.
Es imposible, invalorable, perpetuo.
De verdad lo digo.
Mi dolor no se puede contar,
no, te lo juro que no:

un dolor
dos dolores
tres dolores
cuatro dineros

A menos que estemos contando cuántas chicas llamadas Dolores hay en una habitación.
Pero sería medio raro... ¿Por qué de repente habría 10 Dolores en un cuarto de 2 metros cuadrados?
Una convención de Dolores...
¿Donde la gente cuenta sus penitas?
No, no, no! Dolores, la chica, un nombre.
Ah.
Bueno, la cuestión es que tengo un par de dolores escondidos por ahí y no se cómo contarlos.

(También tengo problemas pero esos si son contables y si uno lo dice en voz alta hay que afrontarlos, así que SH!)

sábado, 17 de diciembre de 2011

Síganme los valientes

Paseando por blogs y reviviendo mi estado de blogger naturalmente vacacional me empecé a preguntar ¿Qué clase de blog tengo yo?
Y si, vistes, hay blogs de todo y para todo. Hay blogs para publicar poesías, cuentos, producciones propias, hay blogs al estilo diario íntimo, hay blogs de recetas de cocina, hay blogs de famosos, hay blogs de opinión, de crítica. Yo me pregunto, ¿No puede ser el mío un popurrí?

No puede ser un poema famoso de opinión y crítica íntima y riquísimo, para chuparse los dedos? NO?
Yo no puedo ser una abogada laboralista que escribe mientras actúa en una obra de teatro creada por ella misma que resuelve problemas matemáticos y a veces oficia de economista keynesiana?
No puede ser mi computadora una ventana con pequeñas hormiguitas deslizándose sobre una plancha de manteca a medio derretir por el calor del cada vez más próximo y esperado verano?

Depende de cómo lo mires, es una cuestión de actitú. Yo a partir de ahora elijo ser un popurrí, síganme los valientes.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Chico

Chico raro, desconocido
bocado fácil, pan comido.
Presa ingenua, pez hambriento
plumita débil
que se vuela con el viento
y que viaja de pronto hacia la nada
chico raro, sin darme cuenta
se metió en mi almohada.
Objeto de estudio, a prueba de balas
me habló el chico
yo no le entendí nada
porque miraba sus huesos,
su piel, sus mejillas,
mis gestos, luego los besos.
Chico raro
¿Qué le hiciste a mi vida?
Chico metido, no quería compañía...
Pero mentía
quizás quería un verso, otra canción
¿Cómo no me di cuenta de que eras mi sol?
Chico bonito, chico bombón
salvaste a un débil, fácil, raro corazón.