martes, 18 de enero de 2011

Tiempo de

El otro día me di cuenta de algo que me conmocionó: desde chiquitos, desde que empezamos a escuchar, nos hacen creer que estamos subordinados, atrapados, condicionados por una cosa a la que llaman tiempo
Y así todos nuestros planes, nuestras expectativas, nuestros proyectos, hasta nuestros deseos se ven estructurados por un tic tac permanente con fecha de vencimiento. Me costó darme cuenta, porque es algo que absolutamente todos tenemos incorporado, pero confío en que me van a entender.
A veces hasta nos hacen creer que eso a lo que llaman tiempo cambia de velocidades, de ritmos. Llega un punto en el que ya lo sentimos así, porque medimos con tiempo, medimos con horas, medimos con siglos.

¿Cuánto tardó tu mamá en terminar la facultad? Cinco años
¿Cuánto tiempo te llevó sacarte de la cabeza al último flaco que te movió el piso? Cuatro meses
¿En cuánto estás? En cinco
¿Cuándo volvés, amor? Dentro de un mes

Pero
¿Qué pasa si te digo que mi mamá tardó 382 libros y tres ensayos en terminar la facultad?
Si aseguro que me llevó 28 llantos desconsolados olvidarme de ese flaco que me voló la cabeza.
Si te cuento que en 30 metros y un poco de transpiración estoy en tu casa.

Hace un tiempo me empecé a manejar así, esquivando el tiempo.

Probablemente porque falta más que "un mes" para tu llegada, tu regreso. Faltan depresiones, faltan confusiones, faltan tormentas, lloviznas y soles. Faltan desesperaciones y despreocupaciones. Faltan caídas, golpes y goles. Faltas vos. Un mes se queda corto, y yo no me quiero perder de nada.

2 comentarios:

  1. Me arriesgo a decir que los momentos mas felices de mi vida los viví sin percepción del paso del tiempo. Supongo que sera uno de los máximos exponentes del hombre en tanto a clasificación y orden que pretende de las cosas, y supongo que ese orden, en este caso, se aplica a la vida. Muy bueno lo tuyo, Ire.

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  2. me encanta la idea de medir las cosas en otras unidades, porque es verdad que el tiempo resulta bastante opresor.
    de todas formas, un mes es poco, mi chiquita. en este caso, creo que es preferible decir que para volver a verlo faltan -ya menos de- treinta días, a que falta una curva exponencial de extrañitis. ¿no?

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